Esta Agrupación Municipal surge en Bahía Blanca ante la necesidad de establecer nuevas relaciones sociales y políticas entre los miembros de la comunidad local, basadas en una escala de valores que se desprende de los principios y valores guía que enunciamos a continuación:
Dignidad de la persona
La dignidad de la persona es un valor primordial. Concebimos a la persona como sujeto hacedor de su propio desarrollo y, por ello, coautor del cambio social.
La defensa de la vida
En una cultura de la muerte donde unos pocos se apoderan de formidables recursos, las mayorías más postergadas tienen que ser destinatarias de nuestras principales acciones como sociedad. Propugnamos la generación de políticas públicas inclusivas, con asignación de recursos para que todos tengan derecho a acceder a los beneficios de pertenecer a una sociedad.
Igualdad de oportunidades
En una comunidad que promueva la vida con dignidad, sus miembros deberán gozar de una plena igualdad de oportunidades. De allí el objetivo esencial de este espacio político: la plena e irrestricta vigencia de todos los derechos humanos. Apostamos a trabajar por una auténtica democracia que promueva, defienda y proteja los derechos sociales, políticos, económicos y culturales, para todos y todas sin excepción.
Vocación transformadora
La política es un instrumento con alta capacidad transformadora de situaciones que a priori se presentan como inalterables. Nuestra forma de ser y actuar no privilegia lo dado como lo único posible. Con creatividad e innovación pretendemos cuestionar los paradigmas dominantes que menoscaben el bien común, enraizando nuestras prácticas en las mejores tradiciones y valores de nuestra nación argentina.
La cultura del trabajo
La persona se realiza trabajando y logra los medios para satisfacer sus necesidades y así poder vivir dignamente. Priorizamos combatir la pobreza, deshumanizadora y destructora de la dignidad humana, como nuestra prioridad para el ejercicio pleno de los derechos de cada uno y la construcción de un mundo más justo.
Equitativa distribución de la riqueza
Todas las estructuras económicas que se opongan, que impidan u obstaculicen este principio, son contrarias al desarrollo del hombre y de la comunidad. Debemos trabajar para cambiar las estructuras sociales que favorecen la concentración de los recursos y el monopolio de los bienes.
Solidaridad y justicia
Desde algunos ámbitos frecuentemente se promueve la dádiva en situaciones de emergencia o la limosna alimentaria. Proponemos a la comunidad de nuestro distrito desarrollar un sentido genuino de solidaridad, no como sentimiento de compasión, sino de empatía, de ponerse en el lugar de aquellos que carecen de los recursos para vivir dignamente; solidaridad entendida como compromiso efectivo, perseverante por el bien común, donde todos nos vamos haciendo cargo de todos y vamos superando la indiferencia de la sociedad frente a la justicia social.
Educación para la libertad
La educación es un derecho básico y es necesaria para la transformación y el crecimiento equitativo de la sociedad. Es fundamental para un mejor análisis, juicio crítico y opinión de lo que nos sucede como personas y ciudadanos. Provee herramientas para el desarrollo personal y comunitario, y otorga apertura a mayores y mejores oportunidades. Promoveremos la educación permanente para la construcción de ciudadanía en su mayor nivel y expresión, y la formación profesional como herramienta para la inserción laboral.
Compromiso para la participación
La democracia es la oportunidad real y efectiva de decidir qué tipo de sociedad, ciudad y país queremos y cómo llegar a ello, poniendo en discusión aspectos sociales, culturales y económicos de nuestra vida como nación. A nuestro entender, la máxima expresión de la participación se da cuando intervenimos en la toma de decisiones que afecten e involucren a otros, en el control de la ejecución de esas decisiones y en el mantenimiento en el tiempo de las medidas que se adopten. Proponemos establecer canales estables y formales de participación en cada sector de nuestra ciudad donde haya espacio de debate y toma de decisión y de priorización de las necesidades.
Vida en armonía con la naturaleza
La naturaleza, de la cual los seres humanos somos parte integrante y no dominadores, dueños o amos, se siente cada día más herida. Y esto no es una metáfora. Es necesario profundizar la conciencia social de vivir en la corresponsabilidad de protegerla, al ser nuestra casa, porque estamos perjudicando a las generaciones presentes y futuras, rompiendo el ciclo vital. Es importante contar con una legislación progresista en materia ambiental y fuertes mecanismos de control para toda acción u omisión que la perjudique.